Los buenos y los malos.

Hoy me han preguntado qué pensaba sobre el ataque terrorista en Londres, y no me hubiera molestado si no fuera porque no me lo preguntaban como europeo, sino por mi nombre y llevar quince años organizando un festival de cine Euro-árabe. Como esperando que me avergonzara de mi origen o por promover el cine árabe. Hace menos de 24 horas, un bombardeo occidental en una escuela de Raqqa (Siria) dejó más de 33 muertes, entre ellos niños, en un país despedazado por todos los terrorismos posibles. Me imagino que la mayor parte de la sociedad europea no lo sabía y a veces me pregunto si tan siquiera le importa. Ayer un atentado en Londres, igual de despreciable que cualquier ataque terrorista, que en este caso no solo mata inocentes, sino que además secuestra la fe de millones de musulmames pacíficos que también mueren a manos de estos mismos extremistas y a mayores por las bombas de Occidente.
En Europa condenamos el terrorismo, pero ponemos vallas a los que escapan desde Oriente y de paso nuestros gobiernos europeos venden armas a quienes con ellas matan inocentes.
Debemos entender que el terrorismo que hoy golpea Europa es fruto de la política de Occidente en Oriente desde hace más de cien años, más allá de los acuerdos de Sykes-Picot. Para crear terrorismo solamente hacen falta dos ingredientes: odio y armas. La única manera de combatirlo es empatía y cultura. Todos, aquí y allí, somos víctimas de lo mismo con diferentes disfraces. Mientras no lo veamos no existirá esperanza.
Ghaleb Jaber Martínez,
Presidente de la Fundación Araguaney-Puente de Culturas.